Aunque se graduó de Licenciatura en Educación, apenas en su vida se ha parado delante de un grupo de alumnos para suerte de ellos. En 1987 recibió el premio nacional Rubén Martínez Villena en poesía. Tal entusiasmo lo llevó a incursiones en la radio, no de mecánico, sino como escritor. En esa época descubrió cierta veta humorística en el hemisferio occidental, por supuesto, de su cerebro. Ediciones Extramuros acogió en el año 2010 sus fantasías alocadas y le publicó el poemario para niños Las chifladuras de Disparate. Gracias a directores arriesgados, colaboraciones suyas aparecieron en Palante y Dedeté. Como no quiere pecar de gracioso todo el tiempo, ha redactado artículos muy serios para la revista Extramuros. Ahora, con este libro mordiente e irónico, el autor no se responsabiliza con la reacción del lector. En caso de sonreír sin escrúpulos, échele la culpa al mundo circundante.